Mejora en verano y empeora en el otoño. Son escamas (en griego «psora») blancas que se secan con facilidad y, debajo de ellas revelan una piel inflamada.
Es la psoriasis, que afecta sobre todo la palma de las manos, plantas de los pies, el cuero cabelludo, las rodillas, los codos y la zona lumbosacra con ardor y picazón de intensidad variable.
La atención médica da buenos resultados, pero casi nunca es definitiva. A éstas se pueden asociar el uso de hierbas específicas de acción anti-inflamatoria y desintoxicante.
Para la inflamación es buena la raíz de zarzaparrilla. Es muy eficaz en forma de tisana que se prepara dejando en remojo una cucharada de raíces, en un litro de agua fría. Luego se hierve durante unos veinte minutos, se filtra y se beben dos veces al día (la segunda vez, preferentemente de noche, beberla fría).
Contra la picazón se pueden hacer compresas calmantes con las hojas y flores de helicriso; o también simples fricciones con aceite de linaza.
Para desintoxicar, en cambio, utilizar diente de león, alcachofa y fumaria. Se prepara una mezcla de tinturas madre con 20 o 30 gotas y toma 2 veces al día durante 20 días.
Otras hierbas a tener en cuenta son la bardana, el pensamiento, el cedro del Líbano, el nogal y el abedul, que drenan y purifican la piel, los riñones y el hígado.
Por último, enfrentar una enfermedad como la psoriasis y su picazón, realmente pone a prueba los nervios. A veces incluso estar entre la gente, incomoda porque no sentirse a gusto. Por eso, para reforzar el sistema nervioso, son ideales las flores de Bach.
