Cuando llegan los primeros fríos, comienza oficialmente la temporada en la que nuestro cuerpo necesita un poco de más calor. Recurrimos entonces a infusiones, sopas, guisos, etc. También especias «que calientan» como el jengibre, la cúrcuma y la canela, que además, también son una buena manera de prevenir las enfermedades estacionales.
Hay días, sin embargo, en los que, lo que realmente se necesita, es un buen baño caliente y relajante, enriquecido con preciosos aceites esenciales para que sea aún más agradable.
Es fácil de preparar y la sensación de que se experimentará durante y especialmente después, compensará toda la fatiga acumulada durante el día.
Cómo prepararlo
En primer lugar, llenar la bañera con agua caliente a una temperatura acorde a sus gustos y las necesidades de su cuerpo en ese momento; luego diluir 5/6 gotas de un aceite esencial a elección (o una mezcla de dos o tres aceites, lo importante es que la cantidad de gotas siempre deben ser 5 o 6) en una cucharada de leche o aceite vegetal de su elección (por ejemplo, aceite de almendras dulces).
Alternativamente pueden diluirse los aceites sobre 2 o 3 cucharadas de sal marina integral, sal rosa del Himalaya o sales de Epsom (atención hipertensos!). Este paso es muy importante porque los aceites esenciales no son solubles en agua, puros son muy potentes y pueden causar reacciones alérgicas en la piel.
No agregue jabones líquidos, espumas u otro producto, a menos que sea neutro, ya que al tener perfume pueden afectar el aroma del aceite esencial.
Antes de disfrutar de un baño aromático es una buena práctica frotar la piel con un guante o esponja para eliminar la piel muerta y ayudar a abrir los poros; de esta manera el aceite puede actuar mejor y más profundamente.
Si lo desea, puedes hacer el ambiente de su cuarto de baño más acogedor e íntimo, encendiendo velas y poniendo música suave. Y para que sea aún más cómodo, apoyar la cabeza sobre un cojín inflable o una toalla enrollada.
¿Qué aceites utilizar?
Los aceites esenciales que pueden utilizarse pueden tener distintas propiedaes: relajantes, energizantes, anti-bacterianas, y más. Por lo que es muy importante elegir el aceite o los aceites que mejor se adapten a sus necesidades y, por supuesto, que sean agradables a su sentido del olfato para disfrutar plenamente de esta experiencia.
Si su objetivo es relajarse los aceites esenciales más recomendados son: lavanda, manzanilla, mandarina, geranio, naranja o rosa. Si en cambio, quiere recargarse de energía, elegir pomelo, limón, bergamota, eucalipto (también ayudan si está congestionado) y romero. Para un efecto antibacteriano, también puede agregar unas gotas de aceite de árbol de té.
Y si el baño es pareja.. elegir, sin duda, el ylang ylang!
