Si sueles sufrir de indigestión crónica, estreñimiento, malestar estomacal u otros trastornos digestivos persistentes, para los cuales no encuentras remedio, los aceites esenciales pueden ser la respuesta para un alivio duradero.
Estos son los cinco aceites esenciales más eficaces para el tratamiento de los trastornos digestivos crónicos
1) Aceite de Menta
De acuerdo con la Universidad del Maryland Medical Center (UMMC), el aceite de menta contiene elementos únicos que pueden ayudar a relajar los músculos del sistema digestivo, lo que elimina los gases que causan dolor en el pasaje digestivo. Si experimentas náuseas frecuentes, diarrea, calambres musculares o sufres de síndrome de intestino irritable (IBS), el aceite de menta puede proporcionar un alivio duradero para las manifestaciones dolorosas ocasionales. Gracias a sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales, el aceite de menta puede ayudar a combatir las infecciones nocivas que pueden presentarse en el tracto digestivo, causando irritación. Los estudios demuestran que tomar cápsulas de menta piperita gastrorresistente también puede ayudar a eliminar hinchazón, flatulencia y dolor abdominal.
2) Aceite de clavo
La inflamación de la mucosa intestinal puede causar trastornos digestivos y dolor crónico en muchas personas. Tomar esencia de clavo puede ayudar a aliviar estos síntomas, debido a sus conocidas propiedades para relajar el revestimiento de la musculatura lisa del tracto digestivo, previniendo espasmos intestinales, náuseas, diarrea, hinchazón y flatulencia.
Al igual que el aceite de menta, el aceite de clavo de olor tiene propiedades antivirales, antifúngicas y antibacterianas que pueden ayudar a eliminar los agentes patógenos, que podrían desencadenar trastornos digestivos. Compuesto de hasta un 95% de egenol, el aceite de clavo se ha demostrado capaz de ayudar en el tratamiento de la Candida albicans, en infecciones de levadura e infecciones por hongos que pueden interferir con una adecuada función digestiva que, si no se controlan, puede conducir a enfermedades crónicas más graves. La ingesta de aceite de clavo de olor también tiende a estimular la función digestiva y energizar el organismo.
3) Aceite de cardamomo
Reconocido por su capacidad estimulante de la digestión, el aceite de cardamomo ayuda a mantener un colon saludable y el sistema digestivo funcionando correctamente. Debido a que ayuda a estimular una secreción equilibrada de jugo gástrico, bilis y otros ácidos digestivos, el aceite esencial de cardamomo es un gran remedio para muchos trastornos digestivos comunes, incluyendo colitis ulcerosa, estreñimiento, enfermedad de reflujo ácido, diverticulitis, y muchos otros.
4) Aceite de orégano
Otro aceite esencial de gran alcance es el aceite de orégano, un antibacteriano muy potente, antifúngico y antiparasitario, que, cuando se combina con medicamentos y antibióticos, ayuda a eliminar patógenos dañinos, que son a menudo causantes de problemas digestivos. Gracias a su increíble poder antibacteriano, el aceite de orégano se debe tomar de acuerdo a ciclos específicos útiles para restaurar una digestión adecuada. En otras palabras, después de varias semanas o meses de uso de aceite de orégano para ayudar a eliminar los patógenos responsables de trastornos intestinales, es oportuno suspenderlo por un tiempo y empezar a construir un buen equilibrio digestivo a través de la ingesta de alimentos probióticos y suplementos, en el marco de una dieta saludable.
5) Aceite de estragón
Históricamente conocida coma hierba dragón, el aceite de estragón tiene muchos usos medicinales, incluyendo su potente capacidad de estimular el apetito y la función digestiva, ya que proporciona un alivio digestivo excepcional especialmente cuando se combina con otros beneficios aceites esenciales. Dado que también ayuda a combatir los parásitos intestinales, el aceite de estragón puede eliminar efectivamente una causa común de trastornos digestivos en muchas personas. El aceite de estragón también ayuda a estimular la producción natural de bilis en el hígado, un componente crítico del proceso digestivo que ayuda tanto a la asimilación de las grasas y otros nutrientes por el cuerpo, así como a la eliminación de las toxinas del cuerpo.
