La conjuntivitis viene provocada por la inflamación de la membrana mucosa que recubre la superficie de los ojos para brindarles la lubricación que necesitan. Dicha membrana está compuesta por vasos sanguíneos muy pequeños que tienen a irritarse especialmente cuando se encuentran expuestos a partículas en el ambiente, a microorganismos y a las sustancias volátiles de los productos químicos. A consecuencia de ello se genera un enrojecimiento de los ojos que suele venir acompañado de comezón, ardor y dificultados en la visión.
Aunque no es una condición muy grave y desaparece en varios días, es necesario prestarle la atención adecuada para que no genere otro tipo de complicaciones. Por fortuna existen varios remedios naturales que pueden aplicarse para reducir los síntomas así como para acelerar la recuperación.
Infusión de semilla de hinojo
Las semillas de hinojo tienen compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que reducen la irritación de la conjuntiva y alivian el ardor y la sequedad del ojo. Para su preparación se debe hervir una taza de agua y añadir una cuchara de semillas de hinojo. Se mete la infusión en el frigorífico y se deja enfriar durante un par de horas. Transcurrido este tiempo se cuela y se lavan los ojos con el resultado dos o tres veces al día.
Infusión de caléndula
Esta planta es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas que ayudan en el tratamiento de los ojos resecos e inflamados. Su uso externo es una excelente solución para luchar contra la conjuntivitis puesto que disminuye la inflamación y evita que crezcan las bacterias en exceso.
En una taza de agua hirviendo se agregan diez gramos de caléndula y se deja reposar durante veinte minutos. Para su utilización se deben sumergir un par de trozos de algodón en la infusión y aplicarlos sobre los ojos para que actúen durante diez minutos. Hay que usar dos veces cada día.
Patata cruda
El zumo natural de una patata tiene antioxidantes y agua que son unos complementos perfectos para disminuir el dolor y la inflamación de ojos. Para beneficiarte de sus propiedades hay que pelar una patata y lavarla perfectamente con abundante agua para después cortarla en rodajas. Se meten en el refrigerador durante un par de horas y a continuación se van colocando sobre los ojos hasta que alcancen una temperatura ambiente, momento en el que se intercambiarán por otras rodajas. Se deben aplicar una vez al día durante diez o quince minutos.
Té verde
Esta bebida contiene sustancias antioxidantes que protegen los ojos de las agresiones causadas por las bacterias, el sol y los productos químicos. Aplicado en compresas ayuda a mejorar la circulación de esta zona y alivia la irritación que sufren los ojos debido a las infecciones.
Se pone a hervir un vaso de agua y cuando llegue a ebullición se añaden dos cucharas de té verde. En el líquido resultante se sumergen dos trozos de algodón y se aplican sobre los párpados. Se deja actuar durante diez minutos y se repite su uso dos o tres veces al día.
