Dolores musculares y bálsamo de árnica

zzLa árnica tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias por lo que es ideal para preparar un perfecto ungüento casero que ayudará a aliviar los dolores musculares y todo a base de ingredientes totalmente naturales.

Receta para preparar el bálsamo de árnica

El siguiente bálsamo de árnica esta preparado para tratar la inflamación y el dolor mediante una aplicación directa sobre la piel. Aplicado con un suave masaje, ayuda a la estimulación de la circulación de la sangre y disminuye a la vez, la inflamación por lo que alivia de una manera muy rápida los diversos tipos de dolores musculares.

Entre los compuestos está también la pimienta de cayena, que cuenta con un activo: la capsaicina, que potencia el efecto analgésico y antiinflamatorio para unos resultados mucho más óptimos.

Los ingredientes necesarios para preparar el bálsamo son:

  • Dos tazas de aceite de coco
  • Ciento setenta gramos de flores secas de árnica bien molidas
  • Seis cucharas de cayena seca en polvo
  • Media taza de gránulos de cera de abeja
  • Media cuchara de aceite esencial de romero

Para prepararlo se deben triturar las flores de árnica con la ayuda de un mortero o bien desmenuzándolas con las manos.

Se introducen las flores molidas en un cazo y se preparan al baño María o a una cocción lenta. Se agrega la pimienta de cayena. Después se añaden las dos tazas de aceite de coco y se remueve todo muy bien para que la pimienta y la árnica se queden bien sumergidas.

Se tapa esta mezcla y se deja que se cocinen durante ocho o doce horas a fuego lento. Durante este tiempo se debe ir removiendo de manera ocasional la mezcla para que las flores estén siempre cubiertas por el aceite y para mantener el control de la temperatura.

Después de este tiempo, se retira del fuego la olla y se deja que se enfríe durante otra hora más, sin dejar que el contenido se solidifique y hasta que consiga una temperatura que sea soportable para la piel.

Sobre el frasco de vidrio sobre el que se vaya a envasar, se coloca un trozo de tela vieja, como por ejemplo una funda de almohada y se echa la infusión de árnica y el aceite de coco dentro del mismo. Si no está demasiado caliente, se puede escurrir el trapo para que el proceso sea más rápido.

Cuando se haya separado las hierbas del aceite, se lleva de nuevo a otra olla limpia y se deja a fuego mínimo un rato más. Se incorpora la cera de abeja y se remueve para que se integre con el resto de ingredientes. Cuando ya esté lista, se retira del fuego la olla y se deja enfriar durante una hora aproximadamente. Para terminar se añaden los aceites esenciales y se conserva en el recipiente que se desee.

Se aconseja hacer una pequeña prueba primero en alguna zona pequeña de la piel, ya que alguno de los ingredientes utilizados pudiera causar alergia a algunas personas