Tratamientos naturales para acelerar el crecimiento de las uñas

Tener unas uñas sanas y largas puede llegar a ser una tarea difícil, especialmente si las manos están expuestas a productos de limpieza, a polvo o a otros agentes medioambientales que pueden debilitarse.

Aunque una buena manicura puede permitirnos mantenerlas bonitas y limpias, lo cierto es que a veces se necesitan productos complementaros para evitar que se rompan y fortalecer su estructura. Por eso vamos a compartir algunos remedios caseros muy interesantes preparados con ingredientes naturales que van a ayudar a estimular el crecimiento y el fortalecimiento de las uñas. ¿Quieres probarlos?

Ajo y limón

El ajo contiene azufre que combinado con la vitamina C del limón, se consigue un tratamiento fortalecedor que hace que las uñas se mantengan largas, hidratadas y fuertes. Estos nutrientes además se absorben muy fácilmente mediante aplicación externa y en pocos días las grietas de las uñas habrán desaparecido.

Para prepararlo se necesita un diente de ajo, media taza de agua y dos cucharas de zumo de limón. Se machaca el ajo y se echa en el agua hirviendo para que repose durante diez minutos y a continuación se añade el zumo de limón.

Para aplicarlo hay que sumergir las uñas en el tratamiento o frotarlas con el mismo con la ayuda de un algodón o de un pincel. La mezcla que haya sobrado se puede guardar y usar todos los días.

Cebolla, ajo y aceite de oliva

La mezcla de estos ingredientes mejora la producción de queratina estimulando el crecimiento sano de las uñas. Su uso habitual evita el quiebre y la formación de canales o escamas en su superficies.

En este caso hay que picar media cebolla pequeña y triturar dos dientes de ajo para mezclar ambos ingredientes con cinco cucharas de aceite de oliva hasta conseguir una mezcla oleosa que debe frotarse sobre las uñas para que dejar que actúe durante veinte minutos. Hay que repetir el uso tres veces a la semana como mínimo.

Leche de coco y zumo de limón

Este tratamiento es un endurecedor natural que ayuda a fortalecer las uñas y a promover su crecimiento. Es perfecto para las personas que sufren las agresiones del polvo y de los productos químicos, puesto que ayuda a sobreponer los nutrientes que provocan el debilitamiento.

En media taza con leche de coco se añade el zumo de un limón y se sumergen en ella las uñas para dejarlas en remojo durante diez minutos. Se enjuaga con agua fría y se repite cada día su uso.

Aceite de ricino y aceite de almendras

Ambos aceites son ricos en vitamina E y en ácidos grasos esenciales que cuando se aplican sobre las uñas, aceleran el crecimiento de las mismas y reducen las roturas. Su uso es aconsejable especialmente cuando hay dificultades en el crecimiento y cuando las uñas son muy débiles debido a un exceso de sequedad.

Combina tres cucharas de aceite de ricino con dos de aceite de almendras hasta conseguir un producto homogéneo. Frota con él las uñas y de deja que actúe durante media hora. Enjuaga y repite su uso cada noche.