Remedios para tratar y evitar las molestas diarreas de verano

1Son muy comunes en verano tanto en los niños como en adultos y suele deberse a intoxicaciones con ciertos alimentos y aunque resultan muy molestas y llegan a incapacitar, son sencillas de tratar y de prevenir con sencillos remedios caseros. Te contamos algunos de ellos.

Agua de arroz

Si quieres ponerle freno rápidamente tienes que poner a hervir cuatro vasos de agua con una hoja de laurel y dos dientes de ajo. Cuando comience a hervir, se añade un poco de sal y un vaso de arroz para que cueza durante veinte minutos a fuego lento. Remueve con frecuencia con una cuchara de madera para que se suelte el almidón del arroz. Bebe el líquido templado y si te lo permite el cuerpo, cómete también el arroz. Con este caldo frenarás la diarrea y calmarás el aparato digestivo que tienes irritado.

Limón con azúcar y sal

Esta bebida isotónica casera preparada con agua con un poco de zumo de limón, una cuchara pequeña de bicarbonato, otra de sal y varias de azúcar, no te cortará ni curará la diarrea pero te ayudará a reponer los minerales y líquidos perdidos y evitarás deshidratarte, una situación que puede tornarse grave en el caso de los niños y los ancianos. Es una excelente solución si no se cuenta con una solución de farmacia.

Plátano, pera y manzana maduros

Las tres frutas son perfectas para ayudar a contrarrestar la diarrea, sobre todo después de las primeras veinticuatro horas. Se deben tomar bien maduras y por separado, sin piel y aplastadas o rallados con ayuda de un tenedor y dejar que se oscurezcan ligeramente, ya que al ponerse un poco negras, los taninos, que son antiinflamatorias y astringentes, resultan más efectivos.

Dulce de membrillo

Este alimento también es muy rico en pectina y en taninos, que contribuyen a equilibrar el tránsito de los intestinos y a desinflamar la mucosa. El dulce que se elabora con el membrillo es muy digestivo además de energético por el azúcar que contiene, por lo que es utilizado para recuperarse tras una gastroenteritis. Se debe comer a cucharas pequeñas para comprobar que el estómago lo tolera correctamente.

Cocción e higiene de los alimentos

Se debe tener una limpieza escrupulosa a la hora de comer por lo que hay que lavarse las manos con jabón y con agua antes de tocar cualquier alimento así como después de ir al baño.

Las verduras y las frutas deben lavarse perfectamente para eliminar cualquier resto de residuos o de tierra que tengan y no se deben comer ni pescado, ni marisco, ni huevos, ni carne si están poco hechos o crudos.

No hay que dejar la comida a medio hacer o elaborada en mesas o encimeras sin estar tapadas ya que pueden ser contaminadas por insectos o por polvo. Hay que guardarlos en recipientes tapados y meterlos en el frigorífico.